Empezó el otoño, los primeros fríos y llegaron los virus. Están por todos lados y nadie se salva!
En casa entraron rápido e hicieron escala en Sebastián, que tuvo anginas y ampollitas en su boca, con fiebre alta. Pero fue bastante leve en él.
El temor a que el virus decida pasar por el cuerpo de Juan estuvo presente por esos días. Y así fue.
El jueves de la semana pasada Juan comenzó con síntomas, que en él son más fuertes y duran más, y como le pasa siempre, la fiebre lo agotó y necesitó ayuda para respirar. Sumado a esto, un aumento terrible en las convulsiones, señal que algo le molestaba...
Como el domingo seguía con fiebre llamamos a la ambulancia y lo trasladamos a la guardia del sanatorio. Ahí le sacaron sangre y le hicieron una placa de tórax, y como todo estaba normal nos mandaron de regreso a casa.
Ayer pudimos desconectarlo del BiPAP y respondió muy bien, respirando muy tranquilo.
Y cuando pensabamos que ya todo volvía a la normalidad, empezó con moco en el pecho y broncoespasmo...
Vinieron a casa a hacerle otra placa de tórax y en esta se ve que tiene una pequeña atelectasia en el pulmón derecho. ( Para los que entienden un poco menos que yo del tema, atelectasia es una parte del pulmón que se colapsa y no permite el intercambio gaseoso) Pero es leve, y con kinesiología tiene que desaparecer. Por ahora necesita sólo un poco de oxígeno.
Es tarde, casi las dos de la mañana, sigo de guardia junto a Juany.
Deseo un amanecer mejor para él, y un tiempo de descanso para todos.
Espero una sonrisa en su cara, señal de que ya está mejor.
¨Si Dios cuida de las aves, cuidará también de Juan...¨