viernes, 20 de septiembre de 2013

Chau invierno.

Arrancamos el mes con mocos y antibióticos, pero fue solo eso.
Juan está bien.

Esta semana tuvimos la visita de un ortopedista que vino a casa a tomar medidas del cuerpo de Juan para hacerle una silla de ruedas nueva. La que está usando ahora ya está por cumplir 3 años y le está quedando muy justa.

También hoy recibimos en casa al odontólogo. Es hora de tomar una decisión sobre los dientes de Juan.
En el maxilar inferior tiene mezcla de dientes temporales flojos y dientes permanentes que están saliendo para cualquier dirección, porque no tienen espacio.
Juan tiene muy atrofiadas sus encías, y la dentición ya es un problema que le está generando seguramente molestias y dolores.
El odontólogo, después de observarlo, me dijo que tiene que extraerle los 3 dientes flojos temporales, y también 2 de los definitivos que salieron para atrás y que tocan permanentemente la lengua (cosa que puede lastimarla).
El problema es que Juan no puede estar despierto mientras el médico le extrae los dientes, porque a pesar de que él no se mueve, las molestias que puede llegar a tener ( a pesar de la anestesia local) pueden desencadenarle convulsiones y movimientos bruscos.
Las dos opciones que tenemos son: anestesia general en un quirófano (la descarto, no quiero eso) ó sedarlo en casa, colocarle el BiPAP, anestesia local y probar...
Llegamos a la conclusión que esta segunda opción es la mejor.
Me gustaría tanto evitarle esto a Juan... pero ya esperamos demasiado, los dientes no se caen solos y no hay otra forma de resolverlo.
Les pido que oren a Dios para que todo salga bien, para que Juan no sufra, para que en el post-extracción no tenga dolor, para que no surja ninguna complicación y todo esto sirva para aliviarlo, al menos un poco.

Ese es mi objetivo, aliviar su dolor.
Y no solo con respecto a sus dientes, sino en general.

El otro día alguien me dijo que en algún momento voy a tener una recompensa por todo lo vivido con Juan en este tiempo, y la verdad es que la única recompensa que quiero es que Juan no sufra, que pueda estar tranquilo, que pueda sentirse amado y cuidado. Nada más.

Mañana empieza la primavera y el tiempo lindo para poder asomarse, salir a caminar, como tanto nos gusta!