miércoles, 16 de enero de 2013

2013...

Bueno, el año arrancó bastante movido, demasiado, y no para bien...
La madrugada del 2 de Enero Juan despertó con miles de crisis, muy fuertes y la frecuencia cardíaca por las nubes. Le tomé la temperatura y llegaba a los 40 °C. Hicimos lo de siempre, controlar las crisis con Rivotril y la fiebre con antitérmicos. Lo conectamos al respirador y esperamos.
No fue más que eso, no tuvo otro síntoma, al día siguiente pudimos sacarle el BiPAP y todo siguió como si nada. Muy raro, o no.
No se que fue, si algo neurológico, si alguna viremia leve... pero sirvió para arrancar el año así de feo.

A los días de esto, nos quedamos sin enfermera, por motivos tristes que no quiero mencionar. Y no solo me quedé sin esa ayuda, sino que perdí a alguien que pensé que era mi amiga, además de enfermera de Juan. Me sentí y me siento defraudada, usada. Y hasta con bronca de ver cómo las personas se aprovechan de mi. No creo merecer ciertas cosas.
Pero lo concreto es que estoy sola, haciendo todo, con dos hijos que demandan mucho y de forma diferente. Y me pone mal cuando por atender a uno, descuido al otro, aunque sea por un rato.
Es tan difícil encontrar otra persona. Volver a confiarle a Juan a un extraño, y sobre todo hallar a  alguien capaz y a la altura de mi hijo. Por ahora no voy a buscar ayuda. Esto me tomó por sorpresa y no se que voy a hacer.

Esta semana Juan estuvo bastante molesto, con muchas crisis otra vez y sin poder dormir. Lo asocio a la maldita constipación que volvió... Estaba tan bien! será que se acostumbró a esta nueva dieta también?! Ya no se qué probar, sin caer en los medicamentos... seguiré buscando opciones.

Bueno, no tengo nada más para decir, y si sigo pensando, van a seguir apareciendo cosas negativas...  prefiero dejar acá.

Gracias, se que hay gente que ni siquiera conozco que lee lo que escribo y ora a Dios por la vida de Juan.