domingo, 6 de septiembre de 2009

Felicidad.

Una de las cosas que aprendí en estos cuatro años es que no puedo esperar para ser feliz.

Se puede ser feliz con poco, con mucho. Y también con nada.
Hay quienes a simple vista lo tienen todo (y no me refiero a cosas materiales), y aún así siguen en busca de algo que los acerque a la felicidad.

Es cierto que cuando me enteré del diagnóstico de Juan sentí un gran dolor, y fue muy difícil salir de ese estado.
Pero hoy miro hacia atrás y veo como ésta experiencia cambió mi vida. Cómo aprendí y aprendo a vivir cada día a la vez, sin pensar en el mañana con preocupación, sin esperar que la situación cambie.

La clave para mí es buscar ser feliz con lo que hoy tengo, con lo que Dios me da.
La Biblia dice que Dios no nos hace pasar por situaciones que no podamos soportar o sobrellevar. Ojo!, con su ayuda, sin El no lo creo posible.

Para mí ser feliz es una elección de todos los días!

Hoy elijo ser feliz!

6 comentarios:

  1. si, excelente. saber mirar, ahí está. no estar esperando la situación que nuestra mente finita plantea, que es la única. dejar que Dios nos muestre el abanico de posibilidades que Él se trae entre manos.

    ResponderEliminar
  2. me adhiero a tu elección,
    hoy también elijo ser feliz
    con mucho, con poco, con algo
    o con ese "casi", es cuestión
    de elección, dando gracias en
    todo.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. O como canta Bagglieto:
    "La vida es una moneda
    quien la rebusca la tiene"

    ResponderEliminar
  4. Hola Luciana, tenés toda la razón, no podemos esperar para ser felices, la vida está llena de obstáculos, pero debemos de aprender a saltarlos y seguir disfrutando de las cosas. Te comprendo perfectamente, yo pasé muchas cosas con mi hija Constanza y seguimos en la lucha. Ahora lo que nos queda es sumar y sumar horas con ABR. Verás que todo cambiará!!!
    Un abrazo, en especial a tu enano divino.
    Ana, Constanza y Jeff. Costa Rica

    ResponderEliminar
  5. Querida Lucy: hermosas palabras.
    Siempre existe la posibilidad de elegir algo... siempre. Aun en el momento más doloroso, se puede elegir el modo de afrontarlo. Vos en eso, sos excepcional. Estoy convencida de que sos una elegida de Dios, y de que El puso en tus manos, cosas grandiosas... terriblemente difíciles, pero grandiosas.

    ResponderEliminar
  6. ¡Vamos Juancito! Seguí recuperándote
    para volver a casa.
    Un abrazo a los tres.

    ResponderEliminar