sábado, 15 de agosto de 2009

20 de Agosto de 2005

De ¨El diario de tu vida¨

¨El jueves a la tarde empezaste a reirte despierto. Es impresionante. Todos lo vieron...
Será que Dios contestó mi oración cuando le pedí hace un tiempo que no sufras?
Estás hermoso. Cuando estás despierto te reís, escuchás mi voz y te reís, te acaricio y te reís. Es tan lindo ésto. Es como un alivio a tanto dolor...
Seguimos adelante. Esperando en Dios. Sin desesperar. Confiando. Acompañandote en todo.
Te amo. Mucho.¨


¨Señor, cuánto te amo! Porque has hecho tantas maravillas en favor mío.
El Señor es mi fortaleza, en la que puedo entrar y estar a salvo; allí nadie podrá entrar a matarme. El es la áspera montaña donde me oculto; es mi Salvador, la roca en que nadie puede alcanzarme; torre de salvación.¨

Salmos 18: 1 y 2

4 comentarios:

  1. Cuánta fortaleza denotan tus palabras, qué ejemplo hermana! Besos. Te quiero. Gracias por todo.

    ResponderEliminar
  2. Adhiero a las palabras de Adelita.
    Te quiero, Luci

    ResponderEliminar
  3. Hola Lucy;
    que lindo leerte en el presente
    conociendo detalles del pasado
    vivido junto a Juan.

    Un abrazo!
    Ah, y podés agregar mi blog como seguidores,
    ¿o tengo que ahcerlo yo?

    ResponderEliminar