jueves, 25 de agosto de 2011

Opinión.

Hace unas semanas está dando vueltas por los medios de comunicación de nuestro país un caso que me toca bien de cerca.
Pensé mucho en si tenía o no que compartir mi opinión acá, pero sin ánimo de juzgar ni ofender a nadie, digo lo que me parece, lo que siento.

La protagonista es una nena de 2 años, que quedó con una tremenda secuela neurológica después de sufrir una hipoxia en su nacimiento.
La madre, acudió a la justicia pidiendo que se trate y apruebe una ley que les permita desconectarla del respirador que la mantiene con vida, y así pueda tener una muerte digna.
Lo que esta señora argumenta es que la nena no responde a ningún estímulo: no respira, no se alimenta sola, no ve, no parpadea, no llora, etc.

Me fue imposible no pensar y relacionar el caso de Juan.
Cuando él tenía esa edad también estaba conectado a un respirador. Recordé los 8 meses de internación, el dolor del diagnóstico, el pasar de los días sin ver mejorías. También me acordé del día en que nos llevamos a Juan a casa, con todos sus aparatos, y armamos una especie de sanatorio en su habitación. Qué alegría fue tenerlo con nosotros todo el tiempo y empezar a darle todo el amor y la dedicación que estando internado no podíamos.
Tengo fotos (muchas) de esos primeros meses en casa y me asombra ver cómo Juan cambió su expresión. Y no tengo dudas que el amor, el calor de su hogar, los mimos, las largas horas a upa, las cosas que dejamos de lado por él y principalmente Dios, hicieron posible este cambio.
Y ni hablar del cambio terrible que tuvo cuando empezó a respirar solo!

Creo en Dios y se que él es el único que puede decidir sobre la vida y la muerte. Y por más difícil que sea la situación, por más que no pueda entender tantas cosas que El hace, aprendí que mi función es acompañar a Juan y darle amor. Y cuando uno logra amar sin esperar nada a cambio, llega la bendición.

Juan es una bendición para mi vida.

3 comentarios:

  1. Life is always the answer for me, but I can understand how other people are not capable of relating to their severely compromised child, are not willing to believe that sacrificing their lives for that child will bring about anything positive. I do feel sorry for those parents who through circumstance or pre-formed opinion will not give life a chance - even though life gave THEM a chance when they were born.

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  2. "he descubierto la paradoja,de que si amas hasta que te duele,puede no haber mas dolor,SOLO MAS AMOR"(madre teresa)esto lo escribo desde la fe que tenmos en un dios de cosas grandes,y desde la fase mundana te diria luci,no te des por vencida ni aun vencida,papá

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  3. Muy bueno Luciana. Juan es un tesoro!

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